Historia de Moratalaz
En 1979–1980 yo andaba más metido en cosas de la política que en cosas de intelectuales, como escribir; ya había publicado algo, pero estrictamente relacionado con mis tares laborales. Coincidí en la Asociación de Vecinos de Moratalaz Oeste con José Díaz Estrella, su presidente por entonces y me admiró que encontrara tiempo para escribir libros entre sus múltiples actividades. Mi labor de hormiguita recolectora sí que había comenzado y le proporcioné cuantos materiales e informaciones tenía sobre el tema, además de echarle una mano sobre los orígenes remotos de la Dehesa de Moratalaz, sobre la que surgió nuestro barrio. Lo suyo era la gente viva y la historia del barrio propiamente dicha (por eso saca en el libro a mi mujer, al tratar sobre el Cine Club). El libro acabó editándose (pagado de su bolsillo, como suele ocurrir en este gremio de los aficionados) y todos lo festejamos:
Saludando al autor, en la presentación del libro
(Centro Cultural del Polígono G, 18/12/1981. Hoy día C.E.P.A. de Moratalaz)
Una pequeña anotación sobre imagen de la portada: es una abstracción de la imagen de la madre del grupo escultórico “El Encuentro”, que estuvo en el centro de la plaza de este nombre desde 1964. Era una de las pocas referencias reconocibles en un conglomerado de edificios anodinos, de lo que empezó siendo un simple barrio-dormitorio. En el año 1995 fue retirada de su ubicación (por estar deteriorada y las obras del aparcamiento subterráneo) y hoy, en el centro de la rotonda hay varias plantitas, más bien anodinas. El nombre oficial de la plaza era antes “Plaza Pablo de Garnica”, a quien la empresa urbanizadora (URBIS S.A.) debía favores por presidir el consejo de administración de BANESTO, el banco que les sacó las castañas del fuego en más de una ocasión. Ese conjunto escultórico, obra de Marino Amaya, se fijó en la mente de los vecinos y acabó imponiéndose en el callejero. Hoy no queda nada que justifique el topónimo urbano y solo los más viejos de la localidad sabemos el porqué. Ni siquiera lo sabe el Ayuntamiento, que en una obrita de 19951 dijo que se debía a que era un sitio de encuentro de los vecinos, prometiendo, además, que se recolocaría en su lugar una vez restaurada y terminadas las obras. Cosa que no ocurrió.
(1) PARERA CARTRÓ, Josefina; GARCÍA MÁRQUEZ, Teresa: Moratalaz y sus calles (Junta Municipal de Moratalaz, Madrid, 1995), pág. 48
El grupo escultórico citado, en el centro de su glorieta, en 1966
Fuente: Guía para visitar los barrios de Niño Jesús, Estrella y Moratalaz (CLUB URBIS, Madrid, 1967), pág. 73