Las personas

Tras exponer los hechos de nuestra genealogía (tal como la hemos reconstruido) es posible y hasta obligado comentar sus variados aspectos e implicaciones. Intentaremos publicar los más significativos y de interés general en revistas especializadas; mientras tanto, aquí están algunos de ellos (esperamos que la lista que siga aumentando).

Disimetría por género

El azar ha hecho que nuestro árbol resulte disimétrico: de un lado, hay linajes e incluso costados demasiado cortos por circunstancias que afectaron a varones y, simultáneamente, hay linajes muy largos, por beneficio de los que afectaron a algunas hembras. Si mostramos un esquema se podrá visualizar mejor este asunto (para familiarizarse con este tipo de árbol es conveniente que miren en el subcapítulo de metodología):

A primera vista se percibe claramente que el semicírculo izquierdo (costados maternos) está menos relleno; eso quiere decir que sus linajes son más cortos; a veces dramáticamente más cortos.  Las cifras concretas son éstas:

Pero que las ramas femeninas sean más cortas no es culpa de las mujeres, aunque algunos pensarán (desde el punto de vista judeo-cristiano) que sí lo son, al menos en parte. Pero vayamos por partes:

Linajes cortos por causa masculina

El caso cuantitativamente menos grave de linaje corto es el representado en el esquema con el número 1. En términos cualitativos, para algunos el problema sería muy grave, porque afecta a la rama troncal de varón, es decir, la del primer apellido de ego. El árbol no suele concebirse sin esta rama o con ella devaluada; de hecho, hay personas que, una vez entradas en genealogía, no les interesa otra cosa; es lo que a veces se llama la historia del apellido [unas 800.000 entradas de Google para este concepto en agosto del 2020]. Tenemos experiencia directa por el trabajo con los «flamencos» trasmeranos: a los miembros del Club se les ofrece la reconstrucción completa del árbol, en función de los datos disponibles en el catálogo; la mayoría, no obstante, siendo igual de gratis, han renunciado a las ramas que no son las de su apellido. Por suerte, no nos contamos en ese grupo cuya actitud se basa en el reflejo onomástico de la sociedad patriarcal en la que vivimos, que suele usar de apellido el del padre (de primero, en el caso de los hispanos). Pero genéticamente es justo el 50% del patrimonio; incluso las hembras aportan más por la información mitocondrial. El motivo de la cortedad de este costado es la falta de información por desaparición del primer libro sacramental de su pueblo raíz. Nuestros Bartolomés proceden de Jodra de Cardos, que era y es un pueblo minúsculo, por lo que cabían muchas partidas en cada libro; la desaparición del primero hace que los anotados no comiencen hasta 1815. DOMINGO BARTOLOMÉ es el más antiguo de los conocidos (7ª generación) y lo es gracias a las partidas de su hijo MARIANO BARTOLOMÉ VELA que consta en la tazmía de 1813.  Cuando estuvimos en Jodra por primera vez (1987), aún recordaban cuál había sido la casa de mi 4º abuelo: MANUEL BARTOLOMÉ LÓPEZ, el Tío Tendero (fue buhonero). Ver algo más sobre Jodra y alrededores en Genogeografía

Este caso es relativamente normal (aunque se halle en una posición relativamente frustrante). Si hubiéramos dispuesto de información para proseguir con esa línea, se habrían añadido unas cuantas personas más y quién sabe cuántos lugares más, pero eso no es cuantitativamente significativo; no más que las otras cinco líneas que se cortan casualmente a la misma altura. Los casos 2 y 3, sin embargo, sí que han sido severamente limitantes. Si suponemos, a bulto, que los tres octantes maternos fallidos hubieran tenido un tamaño/profundidad equivalente al del octante bien documentado (el sector de corona entre 2 y 3) la cantidad de personas de los costados maternos habría llegado a más de 2.000, en vez de los 559 actuales. La extrapolación parece válida por comparación con la rama paterno-paterna (llevada a límite de documentación y con base exclusiva en libros sacramentales): su cuadrante correspondiente suma 1.117 unidades, poco más o menos, el doble del octante conocido de la rama materno-materna (532 x 2 = 1.064).

  • El caso 2 corresponde a la línea más corta de todas: no hemos podido pasar de la 3ª generación. En este caso hay una mujer culpable, según la moral vigente en su época (ver Nuestras raíces sobre su caso), pero el resultado es que no conocemos al padre de su hijo ni creemos que sea posible conocerlo. Otro varón que corta linaje.
    La cosa empezó en Brasil. La hija de esta persona retornó de niña sin papeles y al ir a casar, en 1934, la bautizaron porque no constaba que no fuera pagana. En el momento de solicitar la pensión de su marido, en 1961, el Estado no tenía un procedimiento equivalente al de la Iglesia para legalizar personas y hubo que pedirlos a su lugar de bautismo: Serra Azul. Cuando al final llegaron (en tiempos sin Internet, ni siquiera fotocopiadoras) se descubrió el pastel. Años después (en 2007), después de agotar todas las vías a distancia, nos personamos en el pueblo para ver si había alguna manera de averiguar la verdad sobre los hechos. Pero ni en el Ayuntamiento ni en el tabelionato de la capital, São Simão nos contaron nada sustancial que no supiéramos.
  • En el caso 3 la línea roja cubre varias personas, porque el motivo de todos los fines de rama comprendidos es zonal y no personal: todos ellos fueron nacidos u oriundos de Sevilleja de la Jara, como lo fue MARTÍN DÍAZ OLIVA  su descendiente más próximo a nosotros. Los libros parroquiales desaparecieron en guerra (como los de 17 localidades de su entorno por las que nos hemos interesado). Lo que sabemos es gracias a que el Registro Civil cita a padres y abuelos, lo cual nos lleva, en el mejor de los casos, a la susodicha 7ª generación, es decir, personas nacidas en torno a 1820 (además de en Sevilleja, en Buenasbodas y Torrecilla). Creemos que el tío Martín no tuvo la culpa (porque no tenía talante de quema-iglesias), pero el caso es que, por tercera vez, un varón está en la raíz de no poder proseguir la investigación demasiado pronto. En Sevilleja aún nos queda algo de familia lejana; nada más nacer nuestra hija (1978) fuimos a presentarla: años y años de enjalbegado nos retrotrajeron a nuestras raíces sureñas.

 

Linajes largos por causa femenina

Hay cuatro mujeres o grupos de mujeres que han posibilitado (de forma involuntaria, por supuesto) que la lista de nuestros antepasados sea cuantitativa y cualitativamente lo que es.

  • En primer lugar, la abuela materna del autor de estas líneas. Su origen cántabro (en tierras de hidalguía universal durante el Antiguo Régimen) está en la raíz de la presencia de los «flamencos» trasmeranos de nuestros linajes, del enlace con la nobleza titulada española y europea y de haber llegado (en el terreno especulativo, como se explica en su lugar) a la más larga de nuestras líneas de antepasados reconstruidas.
Catalina Bustamante Rocillo (Laredo, 1885 – Madrid, 1957)

Empecemos por el detalle exótico más próximo: su abuela materna, LUISA-TERESA GALAS ROJÍ (La Cavada, c.1780 – Laredo, 1859); Sosa 89; 7ª generación. Ella nos enlaza con un colectivo social muy peculiar (aunque no muy numeroso) y que ha dado mucho juego en nuestras investigaciones histórico-genealógicas: el de los flamencos trasmeranos flamencos trasmeranos. También perteneciente a la 7ª generación, la que contiene mayores cambios.

A diferencia de otros linajes montañeses, con sus casonas blasonadas, la Casa de Bolde se vino abajo tras su apogeo en el siglo XVII.
Entrada al que fuera su solar en el Valle de Liendo (2010)

Gracias a Doña Inés entroncamos con la nobleza y la realeza, lo cual anímica y políticamente nos importa un bledo, pero añade una sustantividad notable al árbol. En términos cuantitativos se la puede considerar responsable de la incorporación de 2.346 personas (s.e.u.o.). Si restamos esta cifra del total del costado paterno-materno nos da 3.645 – 2.346 = 1.299, que sería el total de individuos de este costado sin esta incorporación. La cifra es coherente con las dos anteriormente expresadas sobre la cantidad de personas averiguadas a través de documentos en los otros cuadrantes. Esta cifra, en torno a los 1.100 – 1.300 individuos por costado, parece ser la esperable/aceptable (y a la vez tope) en un árbol genealógico directo en España para plebeyos, existiendo documentación parroquial y complementaria. Si consiguen más, enhorabuena; han tenido suerte y vista.

• En tercer lugar, vamos a traer colación a una serie de féminas sobre las que no recae ningún mérito, sino la fortuna de descender de quien descendían (un varón singular, en una situación singular). Traemos a colación, en primer lugar, el único caso en España, que sepamos, de transmisión de la hidalguía por línea de hembra y de forma continuada (en puridad, habría que decir infanzonía, por haber ocurrido en el Reino de Aragón). Hay que tomar como cabeza de serie a MARÍA DE BERNABÉ; Sosa 2594725; 22ª generación; costado paterno-paterno; rama aragonesa (sector CSEP en los Geogenogramas). Este insólito derecho le fue concedido en 1372 a ella y todos sus herederos, en reconocimiento a los méritos de su padre, MIGUEL DE BERNABÉ, tras la muerte de este, acaecida en 1363 mientras defendía la fortaleza de Báguena durante la llamada Guerra de los dos Pedros; aquí tienen un resumen del asunto. Al ser hija única y estar su Rey y Señor (el Pedro aragonés) extremadamente reconocido, hubo de sacarse de la real manga este insólito privilegio. El generoso monarca murió en 1387 y no le dio tiempo de calibrar las consecuencias de su decisión; como le ocurrió al rey de la leyenda de los granos de trigo y el tablero de ajedrez, ignoraba lo que era el crecimiento exponencial. En 1664 ya se habían dado cuenta: los Bernabé habían proliferado de tal manera que constituían un auténtico agujero negro para el Real Fisco, porque los hidalgos eran, entre otras cosas, los evasores de impuestos por antonomasia. Se decidió entonces revocar el privilegio y hacer borrón y cuenta nueva, censando a todos los detentadores del secular privilegio de infanzonía y aceptando la situación para ellos, pero para nadie más en lo sucesivo. Los descendientes de los inicialmente listados usaron a menudo de este antecedente en sus pleitos, sobre todo cuando salían de su pueblo natal. Gracias a que cada uno de ellos debía hacer constar su conexión con el mítico MIGUEL DE BERNABÉ (o, al menos, con un Bernabé de los de antes de 1664) disponemos de varios listados al respecto, lo que permite cotejar fuentes. Nosotros hemos encontrado dos expedientes de sendos antepasados, vecinos que fueron de la cercana villa de Montón (hoy en la provincia de Zaragoza y no en la de Teruel, como Báguena, pero históricamente también perteneciente a la Comunidad de Daroca). [Fuente: expedientes de 1759 y1764]. Si repasan la onomástica de la comarca, verán que sigue habiendo unos cuantos apellidos de Bernabé aún en uso.

Relieves de las variantes de las piedras armeras de los Bernabé de Báguena:
se trata de armas parlantes, haciendo referencia a la negativa de Miguel de Bernabé a entregar las llaves del castillo asediado, lo que le ocasionó la muerte.
La primera se encuentra en la población originaria y las otras dos en Daroca (2012)

A nosotros, la Mari y sus largos linajes nos permitieron llegar hasta la generación nº 23, la línea más larga extraída de documentación (si bien no coetánea) fuera de Cantabria.

• Finalmente, hay que citar a AISHA BINT ABD AL-AZIZ: Sosa 18921379953; generación nº 48; costado paterno-materno, presunta esposa de Fortún ibn Qasi. Ella nos abrió la puerta del reino de la fantasía, del país de las mil y una noches. Nos costó un tiempo y un esfuerzo mental/ético decidir injertarla en el árbol, porque ni siquiera hay constancia de que existiera nadie de ese nombre y con las circunstancias personales e históricas que le atribuimos. Por supuesto que no nos hemos inventado el personaje; en su ficha del árbol genealogico están las fuentes y comentarios que nos merecen. Tras el periodo con acreditación documental directa y el de consenso historiográfico, decidimos recoger/recrear otro al que en el apartado de metodología llamamos “periodo oscuro” (allí se explica algo más sobre este periodo). Gracias a ella hemos llegado a la generación nº 75, hasta el Profeta Mahoma y más allá…

Representación caligráfica de Fátima, la hija del Profeta (supuesta 53ª abuela de ego)
Autor: Mhhossein; vía Wikimedia Commons