Si en la presentación del trabajo sobre la calidad de vida urbana en Madrid echaba pestes de los estadísticos por su fundamentalismo numérico y su ignorancia/desprecio por el territorio de donde esas cifras salen, ahora he de hacer justamente lo contrario. IGNACIO DUQUE RODRÍGUEZ DE ARELLANO, sociólogo, que había sido otro de los compis del Servicio de Urbanismo de la extinta Diputación Provincial, acabó recalando en la Dirección General de Estadística. Desde allí remedió en parte esa carencia, haciendo las cosas como ambos creíamos que debían hacerse: que ninguna cifra de una estadística carezca de una cartografía precisa que permita al usuario saber no sólo cuánto, sino dónde. Hasta ese momento, los nomenclátores provinciales daban un topónimo (municipio, entidad de población, núcleo o diseminado) y a renglón seguido, una o varias cifras. A nadie le importaba dónde estaba ese lugar ni cuál era su extensión. Este nomenclátor fue el primero de España en posibilitar la identificación del terreno concreto al cual atribuir tales cifras (en este caso, poblacionales). Aunque varias personalidades firmaron varios prólogos (lo que les queda a los que no tienen obras que inaugurar) el alma mater de este proyecto fue CARMEN MARCOS GARCÍA (Directora de Estadística), que nos dejó absoluta libertad para obrar.
A decir verdad, ese fue el intento, pero no siempre se consiguió. Como los censos son responsabilidad estatal y los padrones municipal, a la comunidad autónoma no le quedaba más papel legal que el de sugerir y coordinar. Y muchas fuerzas vivas locales no se dejaron aconsejar ni coordinar, por lo que los resultados son tremendamente disímiles de un municipio a otro. Ya saben: autonomía municipal (“aquí mando yo”), miedo a que la personalización de determinados núcleos o entidades diera pie al separatismo, etc. Inicialmente, no estábamos solos; a la presentación del libro acudieron unas cuantas personas de cuya solvencia no cabe duda:
Tras esta edición hubo otras dos impresas (para los padrones de 1991 y 1996) y hoy día está incorporado en el portal geográfico de la Comunidad de Madrid, apreciablemente mejorado por nuestros sucesores: Nomecalles [Ruta: Delimitaciones geográficas / Nomenclátor]. En estos momentos, 35 años después de aquella iniciativa pionera, están a punto de acabarse los trabajos técnicos para conseguir el equivalente para toda España, coordinados por el I.N.E.
Aquí encontrarán los textos introductorios y dos muestras de la edición de 1986: de una página del listado de entidades y núcleos y de la hoja correspondiente del mapa: