Estas imágenes no están en el apartado de fotografía porque no son mías. Y digo que no son mías porque no las hice yo, al contrario de la mayoría de la gente que dice que son sus fotos cuando salen en ellas. En su momento estos retratos a traición me sirvieron para ser más consciente del carpe diem, a ver cómo la calvorota crecía inexorablemente: aprovecha el momento, que posiblemente no vuelvas a estar aquí en lo que te queda de  vida.

Han sido muchos años de ir de la ceca a la meca; es normal que, aquí y allá, alguno de mis escasos acompañantes le diera por sacarme, lo cual no es mi estilo ni el de la gente que me rodea, como allí explico.

Va por ellos [i]

Lo fotografiado  por mí no ha sido ha sido el criterio de selección, sino la calidad y representatividad de la foto hecha por el otro / la otra. Sin embargo, tras la recopilación veo que la mayoría de lo que suscitó mi interés en aquellos momentos eran cosas menudas. Aunque he hecho fotos de cosas muy grandes (La Luna, por ejemplo) tal vez mis fotografiadores, por simple muestreo estadístico, supieron captar que ese es mi mundo por excelencia: el de fijarse en las cosas pequeñas y la gente desconocida.

[i]  Autores:  Ignacio Duque Rodríguez de Arellano [1 a 5]; María del Pilar Díaz García [6 a 10];